Azogues conocida como "la obrera del sur". Es única dentro de las ciudades enclavadas en los Andes Ecuatorianos, pues ha utilizado su supuesta desventaja topográfica en beneficio de una correcta funcionalidad urbana, aprovechando las condiciones geográficas para obtener vistas de primer orden paisajístico; de hecho, se la conoce como la ciudad de los miradores.
Para quienes la visitan ofrece una amplia e inexplorada alternativa de circuitos turísticos: artesanales, religiosos, culturales y ecológicos, con una variada y riquísima gastronomía.
La Virgen de la Nube que es venerada por los fieles de todo el país y turistas. La ciudad tiene gran riqueza tradicional por sus viejas casas con balcones de madera tallada y por la Catedral ubicada en la Plaza Central, con su imponente fachada de piedra.
Actividades de las Fiestas: La fiesta en honor a la Virgen de La Nube se celebra con una peregrinación, a la que acuden aproximadamente 40.000 fieles de todo el país y turistas.
Otras de las fiestas más importantes para el cantón son El Corpus Cristi, el culto a San Antonio, y el Carnaval, la más popular e importante fiesta por su expresión mística y simbólica.
Azogues se extiende desde la colina de Tocanchón y Uchupucún al Norte, hasta los linderos de la Parroquia Borrero en el Sur; y desde Chaquimayllana al Este hasta las colinas de Shishiquín, Bolivia y la Concordia por el occidente. El plano de la ciudad está formado por varias manzanas irregulares que se asientan sobre un terreno desigual. La ciudad está cruzada por varias calles que corren de norte a sur y que se llama longitudinales o preferenciales, y, también por otras que van de oriente a occidente y que se llaman transversales o secundarias. La hoya del Cañar está encerrada entre el macizo que forma el nudo de Azuay y el ramal Churiquina-Buerán. Es una hoya pequeña y alta que no linda con la cordillera oriental. Al sur y al este la encierran las montañas de Cancay, Buerán y los cerros de Molobog.
Azogues o San Francisco de Peleusí de Azogues está ubicada a 30 Km. Azogues celebra su independencia el 4 de Noviembre de 1820. Tiene una población de 64.910 habitantes, cuna del célebre escritor Emanuel Arenas Nájera. La ciudad conserva antiguas casas, con balcones de altas barandas de madera, primorosamente talladas. Su arquitectura mantiene los rasgos coloniales, y su centro histórico ha sido declarado Patrimonio Cultural del Ecuador, por el importante inventario de edificaciones de gran valor arquitectónico y cultural.
LOCALIZACIÓN
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Capital
de la Provincia Cañar. Se encuentra en el valle del Río Burgay, a la salida
de la hoya del Paute
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ZONA DE PLANIFICACIÓN
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Zona
6
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FECHA DE FUNDACIÓN
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4 de
Octubre de 1562.
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FECHA DE INDEPENDENCIA
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4 de
noviembre de 1820.
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ALTURA
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2518 msnm
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NOMBRE SIGNIFICATIVO
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El
nombre hace referencia al azogue, antiguo nombre del mercurio, mineral
abundante que existió en la zona.
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TAMBIÉN CONOCIDA COMO
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Obrera
del Sur
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En los tiempos en los que Azogues era parroquia, era notoria su prosperidad, primordialmente en la actividad comercial. Esta actividad se centraba en el intercambio de granos y materias textiles. Este comercio era intenso y se lo realizaba en la plaza central de Azogues, actual Parque del Trabajo, en este lugar se daban cita personas de muchos lugares, como Alausí, Cañar, Gualleturo, Shoray, Deleg, Chuquipata, Girón, Paute, Gualaceo, etc. Los productos de mayor comercialización eran el maíz, papa, fréjol, melloco, trigo, arveja, cebada y otros productos. Otras de las actividades eran el comercio de bayetas y vestidos de lana elaborados por los indígenas que también tuvo un significativo aporte en la economía de la región.
La alfarería ocupaba igualmente un lugar prominente, Peleusí de Azogues y sus alrededores se abastecían de utensilios domésticos elaborados por los descendientes y continuadores de los legendarios alfareros de Jatumpamba, caserío perteneciente a la parroquia San Miguel de Porotos, jurisdicción del cantón Azogues. En cuanto al combustible fundamental hasta hace unos treinta años fue el carbón y la leña, que con el transcurso del tiempo se ha ido dejando de utilizar debido a la aparición de otras alternativas y también por el aspecto negativo de la deforestación que era tan intensa.
La ganadería equina estuvo bien desarrollada, pues los nobles corceles constituían los únicos medios de transporte y a la par con esta actividad prosperaban las talabarterías que se esmeraban en la confección de cinturones y arreos, las noquearías para el tratamiento de las pieles, las invernas y herrerías en Azogues y sus contornos.
La importante ocupación que fue la del sombrero de toquilla, que se producía en abundancia y de buena calidad en toda la provincia, aunque siempre se destacaron por su finura y elegancia los confeccionados en el cantón Biblián. Actualmente es una actividad artesanal que también se la realiza en menos proporción. En esos años la ganadería, primordialmente vacuna y en menos proporción la equina, porcina y ovina, se había desarrollado con éxito, dándose cuenta de la existencia de buenas haciendas ganaderas en Sageo, Biblián y Burgay. Una buena parte de la producción lechera se destinaba a la elaboración de apetecidos quesos. De manera que las queserías que actualmente existen en los diferentes sectores del cantón Biblián, constituyen una herencia y continuación de aquellas que ya existieron hace más de 300 años atrás en estos lugares.
En cuanto a la caña de azúcar, asimismo se cuenta con testimonios de que existieron sembríos en las vegas del río Burgay, en Chuquipata, en los bajos de la Caldera, Ayancay y Yolón. Los bosques de molle o mulle, cuya voz nos viene del antiguo nahuatl, árbol muy apreciado por los cañaris; las arboledas de capulíes, el dulce cerezo americano; el solitario aguarongo de los pajonales,
con cuyas hojas carnosas mitigaban el hambre los nativos en épocas de escasez de mieses; el ayapugllana bellísima planta por su follaje y flores; el sarar que produce una de las mejores maderas de construcción; el tugti, llamado togte, por corrupción; todos estos vegetales crecían hasta un par de centurias no solamente en los campos de Peleusí de Azogues, sino en todos los valles y colinas del Cañar. Sin embargo la explotación o la simple destrucción de estos valiosos e insustituibles vegetales, ha sido inmisericorde y de la mayoría de ellos solamente se conserva el nombre. Por manera que la agresión de la naturaleza.
ATRACTIVOS:
Iglesia de San Francisco
El Padre Julio María Motovelle fundador de la Congregación de los Oblatos en Cuenca y sus religiosos, llegan con su devoción a Azogues, en donde deciden levantar una capilla en honor a María Santísima de la Nube cuyo asentamiento se precisó en la colina denominada el Calvario. Desde el año de 1912 el Padre Provincial de Franciscanos Fray José María Aguirre, y siendo Obispo de Cuenca Monseñor Manuel Pólit Laso, planifican la llegada de los primeros franciscanos a la ciudad de Azogues, entre los que constan los Sacerdotes Fr. Santiago Gómez, Fr. José M. Idígoras y el hermano Elías Quintuña que fue el propagador de la devoción a la Santísima Virgen de la Nube. Desde su misma llegada, los Franciscanos comenzaron la construcción del templo dedicado a la Madre de Dios, y el convento para la vivienda de los Frailes. La construcción se la realizó con piedra labrada que le da una estructura formidable y lo que más llama la atención es el juego simétrico de gradas (escaleras) que sirven de acceso al templo. La magnífica obra fue concluida 52 años después.
El origen de la devoción a la Virgen de la Nube se remonta al año 1696, cuando en Quito se encontraba enfermó el Obispo Sancho de Andrade y Figueroa. Se relata que, gracias a la fe y a las oraciones de los fieles por la salud del Obispo, hace su aparición en el Cielo entre Guápulo y el Quinche la imagen de la Virgen María posando en una nube blanca.
Desde entonces, el pueblo católico del Ecuador rinde su tributo de amor a María, con la advocación de Virgen de la Nube. Este homenaje se cumple al iniciar el año; concretamente, cada primero de Enero en el que miles de
creyentes del país y aún del exterior llegan a la ciudad de Azogues para venerar y participar de todos los actos preparados por los Franciscanos, entre los que se destaca la procesión, que a más de ser un acto de fe, se ha convertido en un fantástico atractivo turístico de propios y visitantes
Santuario de la Virgen de la Nube
El Santuario de la Virgen de la Nube se halla localizado, sobre la pequeña colina de El Calvario, ubicado al este de la ciudad de Azogues en la provincia del Cañar. La tradicional Fiesta de la Virgen de la Nube se celebra el 1 de Enero de cada año. La construcción se inició desde el año de 1.912 las cual se la realizó con piedra labrada que le da una estructura formidable y lo que más llama la atención es el juego simétrico de gradas que sirven de acceso al templo. La magnífica obra fue concluida 52 años después.
En Azogues se encuentra el templo de la Virgen de la Nube que se identifica con los enfermos. Luego de un milagro realizado en Quito, (según aseguran sus devotos), su fama se extendió por América. A la Virgen de la Nube, se la recuerda el 1 de enero con la celebración de una misa campal. Durante Mayo se dan festejos y el 31 del mismo mes se realiza la procesión grande a partir de las 18:00.
A las peregrinaciones asisten aproximadamente 40.000 fieles de todo el país y turistas. Los templos permanecen llenos los domingos de mayo y de septiembre. En el santuario de los padres franciscanos en Azogues, es objeto de veneración de la Virgen de la Nube. La historia de esta advocación a la Virgen proviene de la colonia, cuando en Quito enfermó el obispo Sancho de Andrade y Figueroa.
• Fiesta de la Virgen de la Nube: La advocación de Nuestra Señora de la Nube, que debía ser muy popular en Quito, llegó a quedar un tanto olvidada con el transcurso de los años. Sin embrago un siglo después del prodigioso acontecimiento, el alcalde de la Cuidad, recuperó en 1.797 en la Notaria, la información original auténtica de la aparición y en representación del Municipio de Quito organizó, con la diferencia solamente de un año “La Fiesta del Primer Centenario de la Aparición”.
Leyendas En el santuario de los padres franciscanos en Azogues, es objeto de veneración, la imagen de la Virgen de la Nube. La historia de esta devoción a la Virgen proviene de la colonia, cuando en Quito enfermó el obispo Sancho de Andrade y Figueroa (1696) y ante las oraciones que realizaban los fieles, por su curación, apareció en el cielo, entre Guápulo y el Quinche, una imagen de la Virgen María apoyada sobre una blanca nube. Desde entonces, el pueblo católico del Ecuador rinde su tributo de amor a María, con la advocación de Virgen de la Nube. Este homenaje se cumple al iniciar el año, cada primero de Enero en el que miles de creyentes del país y del exterior llegan a la ciudad de Azogues para venerar y participar de todos los actos preparados por los Franciscanos, entre los que se destaca la procesión, que a más de ser un acto de fe, se ha convertido en un fantástico atractivo turístico
Iglesia del Señor de Flores
Uno de los componentes del Patrimonio Tangible del Patrimonio Cultural Religioso de Azogues, que además de su importancia intrínseca, es el pionero en lo que va de la cronología histórico comarca, es la iglesia del Señor de la Flores, ubicada en la parroquia actual de Bayas.
La iglesia está construida en su totalidad en piedra extraída del cerro Abuga, su cubierta es de teja; es de estilo Neoclásico, está constituida por tres naves dos laterales y una central en la parte delantera tiene pintura mural. Según versiones de la gente mayor de la parroquia Bayas, la iglesia del Señor de las Flores fue sustituida por la actual edificación que sería construida aproximadamente en 1930 por los señores José Contreras y Timoteo Herrera.
Iglesia De La Catedral
Está localizada en el porte central de la ciudad, entre las calles Solano, Bolívar y Serrano. Esta iglesia se empezó a construir a finales del siglo XIX. La parte interna de la iglesia está integrada por imágenes, macérales como de lienzo, madera, madera, plata e imágenes como el señor de Burgos, El Corazón de Jesús, Purísimo Corazón de María. San Francisco de Asís, La Patrona de la Diócesis de Azogues, el Señor de los Azotes, el cuadro de San josé, se encuentra distribuida con la imagen del señor de Burgos, un cementerio en la parte izquierda de la iglesia, donde existe un número de bóvedas también un centro administrativo de la diócesis Es una de las primeras construcciones españolas en la zona. Cabe destacar el altar mayor que fue construida en piedra por los artesanos de Rumicucho.
Plaza Cañari
Es uno de los atractivos culturales más importantes que rescata nuestra historia, misma que tiene por objetivo valorar, rescatar y fomentar nuestra identidad. Este atractivo resalta el origen de la cultura Cañari dando a conocer su leyenda: como la serpiente por la que se cree que descendemos de una gran culebra (AMARU), que sumergiéndose en la laguna sagrada desapareció, y aquella “leyenda del diluvio” donde los dos hermanos que sobrevivieron a una inundación grande, refugiados en lo alto del cerro mítico del Huacayñán (Abuga) se unieron con las dos hermosas Guacamayas de donde nacieron los Cañaris.
La Plaza Cañari está dividida por diferentes niveles que son: La laguna (Buzaleuquina) en donde se levanta una geografía metálica representando los sagrados pliegues del territorio cañari. La montaña sagrada (Huaycañán) que se encuentra junto a la cabaña (wasi) cañari. Las dos Guacamayas, conjunto levantado en un tronco de árbol, símbolos importantes, las aves de la salvación y la esperanza, en su actitud de llevar los alimentos desde las fértiles tierras, a la cabaña de los hermanos; el juego del Churuco o de las Huequis, en el que los niños de la región se divierten hasta hace no muchos años.
El Floripondio que es conocido como (Huantung) o planta de los sueños, encontramos la lluvia (Yaku), y la cabaña cañari (wasi); del otro lado de la cabaña se encuentra los dos hermanos cañaris Ataorupagui y Cusicayo protegidos por una gran hoja que simboliza la desesperación y angustia. Mas adelante aparece la Luna (Killa) que simboliza la paz, que se encuentra al pie del volcán; junto a él aparece la figura de la serpiente (Amaru) al punto de salida de la Plaza de Luna, o salida. El Pileu árbol emblemático de la ciudad de Azogues. Y otras imágenes que resaltan la leyenda cañari. El agua es el denominador común de la historia por lo que la encontraremos tanto al pie de todos los elementos de mural, como la laguna inferior que simboliza la sagrada laguna (Buzaleuquina) que está a punto de recibir en su seno a la enorme y escultural Amaru, nacida en la Laguna Superior.
Fiestas Del Corpus Cristi O Fiesta del Inti Raymi:
Se la celebra en el Complejo Arqueológico de Ingapirca, durante los días 12, 13 y 14 de junio de cada año. En cuanto a su historia; antes de la llegada de los españoles a los Andes, las fiestas eran uno de los componentes fundamentales en la vida y cosmovisión de las sociedades aborígenes. Asociadas con frecuencia al ciclo productivo, en especial a los períodos de siembra y cosecha, las fiestas eran para los nativos verdaderos ritos de integración del hombre con la naturaleza, de las comunidades entre sí de las comunidades con sus dioses.
Ellos desarrollaron un calendario anual de 12 meses y 360 días. Las mediciones del tiempo lo hacían con ciertos instrumentos precisos, constituidos por 12 pilares colocados a una determinada distancia y posición. Cada mes era indicado en uno de los pilares o postes de acuerdo al aparecimiento, dirección puesta del sol. Los pilares eran denominados sucanga y, a través de ellos se planificaban las actividades económicas y las fiestas en el sistema religioso.
En la entrada sur de Azogues se encuentra “Cuchilandia”; así se llama a los sitios de ventas del cuero de chanchos a quienes llaman “cuchis” en toda la provincia. En este típico plato del sector, se utilizan el cuero y la carne del cerdo –dorado y cocinado con soplete-, para hacer una apetecible cascarita, completada con mote, llapingachos de papa y ají.
Museo Casa De La Cultura
El museo de la casa de la cultura de Azogues expone obras de arqueología y etnografía. Contiene una colección de 350piezas arqueológicas de las culturas Narrio, cañarí (fases Tacnlshapa y Cashloma) e Inca, que cronológicamente se ubican en los periodos:
Formativo y Tardío (1500-300 a.C.) Desarrollo Regional (300 a.C. – 800 d.C.) Integración (800 – 147 d.C.) e Inca (1471-1532 d.C.)
La vida y costumbres de la Etnia Cañarí y los grupos mestizos de la provincia el cañar. A lo largo del recorrido se observa un módulo introductorio, con los conceptos de Cultura, antropología, etnografía, nacionalidad, nación y estado; todo ilustrado con dibujos, cédulas y fotografía. Además varios paneles con artesanías, entre las que se destacan la cerámica de Jatupamba, Olleros y Shoshán; los textiles de Sisid, Chontamarca y Culebrillas; la cestería de Shoray; los tejidos de paja toquilla de Azogues y Biblián, la talabartería de cañar; los trabajos en general que hacen más acogedor y turísticos nuestros sitios en el mundo y en el país en general. Este Museo, es importante porque presenta al público la vida y costumbres de las comunidades indígenas y mestizas de la provincia del Cañar dentro de esta provincia que es muy acogedora y que posee algunos lugares turísticos en diferentes zonas de nuestro país Ecuador.
Museo Arqueológico Municipal
Está ubicado en la planta baja del edificio Municipal, en el cantón El Tambo. Los fondos del museo están integrados por 2264 piezas arqueológicas de cerámica, piedra, concha, hueso y metal, rescatados en varios lugares de los cantones Cañar y El Tambo, de la provincia del Cañar.
Museo Arqueológico Franciscano
El Museo Arqueológico franciscano, está ubicado en la planta baja del convento de la Congregación Franciscana, sobre la loma de “El Calvario”, en cuya cima se encuentra también el Santuario donde se da culto a la Santísima Virgen de la Nube, en el cantón Azogues.
Este museo presenta un panorama de la arqueología de la provincia del Cañar y del área circundante. A lo largo del recorrido se observan 13 vitrinas de hierro con 6,7 y 9 estantes cada una, cubiertas de materiales culturales, y una hilera de arríbalos Incas, vasijas españolas (botijas), pondos, molinos y fósiles en el piso.
Museo Etnográfico Regional
Ubicado en la planta baja del edificio de la Casa de la Cultura núcleo del Cañar, que se levanta en la calle Bolívar N° 12-22 y Aurelio Jaramillo. Los interiores del Museo están integrados por piezas de cerámica, piedra, madera, cuero, textiles, cestería, paja hojalata, papel y tamo de trigo y cebada, adquiridos directamente en las diferentes comunidades indígenas y mestizas de la provincia del Cañar. Contiene además una colección de 600 piezas arqueológicas de las culturas Narrió, Cañari, fases Tacalshapa y Cashaloma e Inca, que cronológicamente se ubica en los Períodos: formativo tardío (1500 – 300 A.C.), e Inca (1471 – 1532 D.C.). Además contiene una colección de pinturas que está formado por 40 cuadros.
• Muestra Arqueológica: Contiene además una colección de 600 piezas arqueológicas de las culturas Narrío, Cañari, fases Tacalshapa y Cashaloma e Inca, que cronológicamente se ubica en los Períodos: formativo tardío (1500 – 300 A.C.), e Inca (1471 – 1532 D.C.). Además contiene una colección de pinturas que está formado por 40 cuadros. • Muestra Etnográfica: La muestra que se expone al público en 6 unidades, presenta un panorama de la vida y costumbres de la Étnica Cañari y los grupos mestizos de la provincia del Cañar. Además se destacan: la cerámica de Jatumpamba, Olleros y Shorshan, los textiles de Sisid, Chontamarca y Culebrillas; la cestería de Zhoray; los tejidos de paja toquilla de Azogues, Biblián, la talabartería del Cañar, los trabajos en piedra de Rumiurco y Borma y la muñequería indígena del Cañar.
Museo Colegio Juan Bautista Vásquez
El museo del colegio Juan Bautista Vázquez se encuentra localizado en el colegio del mismo nombre en las calles, Oriente y Azuay. El objetivo de creación del mismo fue rescatar la imprenta más antigua del país denominada “Imprenta del Gobierno”, que junto a otros materiales museográficos hacen de ese museo un centro de atracción turística y una fuente de inagotable investigación. Posee un importante material bibliográfico de diferentes autores, obras antiguas que van desde el año 1553 “fueron impresas en latín, traducidas en Romance Castellano, otras calificadas como incunables con valor filosófico, literario e histórico que constituyeron la primera Biblioteca de Azogues.
Aquí reposa la imprenta más antigua del país, con una prensa manual “Imprenta bien envejecida de tanto haber trabajado por el bien de la Patria” que llego el 24 de mayo de 1876 a la Villa de Azogues, como donativo del Dr. Antonio Borrero Cortázar, y que el Dr. Luis Cordero Crespo donara, a este centro educativo, el 1 de Septiembre de 1894. Aparatos del siglo XIX de procedencia alemana y francesa, utilizados para la enseñanza de la física, Química y Matemáticas. Además un importante archivo, actas de las juntas administrativas y documentos históricos desde la fundación del colegio el 17 de Agosto de 1892, que exterioriza la identidad institucional y parte de la historia de Azogues, de la provincia del Cañar y del Ecuador. Para llegar a este lugar tenemos como opción el servicio de transporte urbano el mismo que tiene su estación en el Terminal terrestre y que ofrece su servicio todo el día. El pasaje tiene un precio 18 cts. Para personas adultas, niños, estudiantes y discapacitados pagan la mitad de este, en donde el bus hace su parada en la calle oriente.
Museo de sitio Ingapirca
Los materiales culturales expuestos en las diferentes salas de este museo corresponden a la zona de Ingapirca y áreas circunvecinas; se trata de una colección muy importante que se ha formado con objetos encontrados durante las diferentes campañas de excavación arqueológica y con las adquisiciones hechas a campesinos del lugar. La muestra incluye artefactos de cerámica, lítica, metales, huesos y tejidos, distribuidos de acuerdo a un guión cronológico e interpretación del significado cultural de cada pieza. En la primera sala se encuentran paneles informativos sobre el marco histórico de Ingapirca, respaldados con mapas, planos, fotos, piedras clavas Cañaris, sillares incas y una maqueta tridimensional de todo el sitio; en la segunda sala aparecen las piezas más significativas de las culturas Tacalshapa , Cashaloma e Inca, expuestas cuidadosamente por materiales (cerámicas, metales, huesos y piedras); por función (utilitaria, ceremonial, militar); por su valor estético (integridad, simbolismo, decoración, etc.); y por la cronología ( Integración: 500 - 1480 d.C.; e Inca: 1480 - 1532 d.C.).
En una tercera sala se expone una pequeña muestra etnográfica sobre los vestidos, vivienda e instrumentos de labranza de los actuales indígenas, auténticos descendientes de los Cañaris. En caso de requerir mayor información visual, la cuarta sala está dedicada a la difusión del sitio a través de películas, videos y slide. Finalmente en una quinta sala se complementa la atención al visitante ofreciéndole a precios muy simbólicos una variedad de tejidos y artesanías de la región. Igualmente, en recepción es posible encontrar tarjetas, publicaciones o, también, servicio de correo, teléfono, fax e Internet para comunicarse con cualquier parte del mundo.
Para la renovación museográfica o de contenido conceptual, el museo cuenta también con una reserva muy importante de piezas arqueológicas y de personal técnico: guías, archivos, publicaciones y, obviamente con personal de guías, un restaurador de bienes muebles y, si fuera necesario, de la colaboración de arqueólogos amigos que trabajan con la Comisión del Castillo de Ingapirca.
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